El amor por los fierros lo puede todo, así algunos ecologistas frunzan el ceño. Y dentro de estos enamorados los hay por categorías también, sé de varios que con solo leer el título de esta nota ya estarán exclamando un portentoso ¡Uffff, no me crea tan pend***! y sé de otros que por su parte estarán pensando en organizar algo así por estos lados.
La idea de la 1000km Vespística viene de vieja data, la primera edición se llevó a cabo allá por 1951, originalmente esta competencia (porque sí es una competencia, no es simplemente paseo) tenía como objetivo homenajear las capacidades de la Vespa como moto de ruta, naturalmente todo dentro de un marco en el que la camaradería y el romanticismo propio de los viajes de esa época eran un sello indeleble. Este Rally de observación, en el que el vencedor es quien cometa menos faltas según el reglamento, se llevó a cabo durante diez años, de 1951 a 1954 y luego de 1965 a 1970, luego pasó al olvido, hasta 2011 cuando un club de vespistas italiano lo desempolvó una vez más.
306 "pilotos" se inscribieron, 297 tomaron parte de la salida en la plaza principal de Mantua al amanecer del 24 de mayo y de estos 193 volvieron a esa misma plaza 48 horas después, al atardecer del 25 de mayo, no es poca cosa si se tiene en cuenta que el clima estuvo en contra casi todo el tiempo, caracterizándose por las constantes lluvias y un frío de esos que cala los huesos. ¿Y quién ganó? nadie de nombre rimbombante, que al final tampoco cuenta mucho porque en estas "carreras" más que por el trofeo o por el podio se va por la experiencia, por los cófrades y por los fierros.
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