Compartimos con ustedes esta columna escrita para la revista Bimotos, publicada en su edición número 20 de abril de 2013.
Personalmente poco
he sido adepto a las congregaciones en masa, no importa la causa, buena, mala,
altruista, egoísta, si es a favor o en contra de X o Y grupo o gremio, y esta
es una posición que no muchos entienden, mucho menos comparten, pero cuando
(lamentablemente) ocurren cosas como la que aquí vamos a tratar, es difícil
encontrar razones para variar esta posición.
Hará ya cuestión de
un par de semanas (teniendo en cuenta la fecha de publicación de esta edición) que
empezó a circular por Internet un video en el que fueron grabados varios motociclistas,
llamémoslos mejor usuarios de moto, que adelantaban una protesta en el barrio
Chipre de Manizales, en el video se ve cómo algunos de quienes estaban allí
agredían a una pareja que permanecía en su camioneta. En el video (http://www.canalrcnmsn.com/noticias/intolerancia_en_manizales),
que fue grabado por un vecino que presenciaba los hechos, se ve claramente como
unas personas en moto rodean el carro;
según la mujer que iba en el vehículo, unos tipos montados en sus motos la
agredieron y cuando su marido salió a defenderla (como haría cualquier que se
digne de serlo), se encontró con cuatro cobardes que le propinaron al tiempo un
golpe usando cada uno usando su casco, consiguiendo derribar al hombre, no
contentos con ello, arremetieron a patadas contra el mientras yacía en el piso.
Si hemos de ser
honestos hay que decir las cosas claras: es probable que la causa por la que
protestaban estos tipos en moto fuera justa (como son la mayoría de las
protestas de los motociclistas ante los constantes atropellos de la ley), es
probable que “fuera de cámara” el señor con su vehículo haya hecho algo que exacerbara
aún más los ánimos de los motonetos estos llevándolos a agredir a la señora, es
probable. Pero aún así no existe ni un solo motivo válido para que estos
cobardes hayan hecho lo que hicieron, golpeando en montonera a este señor. El
ser humano tiene esta tendencia a volverse estúpido cuando anda agremiado, se
ve cada rato con las disputas entre barras bravas por ejemplo, no hay nada más
cobarde que un fulano que se sienta con el poder de agredir a alguien más
sabiéndose amparado por la fuerza que le da estar rodeado de un grupo de
simpatizantes o cofrades, igualmente cobardes son los cuatro o cinco imbéciles
que atacan a mansalva a un señor simplemente porque pueden. ¿Cuántos de
nosotros, motociclistas, no hemos tildado de vergonzosos a los taxistas que
acuden en manada para “defender” a uno de los suyos? Y ahora que somos muchos,
¿vamos entonces a asumir ese mismo comportamiento tan despreciable?
Lo que aquí se critica
no es que nos cuidemos y nos ayudemos entre motociclistas, lo que no podemos es
permitir que el comportamiento incivilizado de unos insensatos se vuelva
noticia de primera plana, porque de esta manera, permitiendo que hagan lo que
les dé la gana y que se comporten como animales solo estaremos logrando que el
resto de la sociedad nos vea como cavernícolas, que los medios nos usen para
aumentar su rating y que los legisladores que nos aborrecen encuentren
argumentos para limitar cada vez más nuestro derecho a la movilidad.
¡Sigamos así, pero
luego no nos quejemos por lo que nos hagan!
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