jueves, abril 14, 2016

La farsa de las Maxi Trail, o la mala interpretación de los clientes

Reproducios este artículo publicado originalmente en FullMoto.com

La publicidad está ahí para vender, las marcas invierten millones y millones en hacer que su producto sea el más y se vea como el más... capaz, intrépido, soberbio, espectacular, indestructible. Ponle el rótulo que quieras, si buscas una moto de aventuras puedes estar seguro que cada marca te dará mil y un argumentos para probarte que la suya es la tuya y para comprobarlo tienen vídeos , fotos, testimoniales, pruebas, etc., etc., etc. Lo que no te cuentan es la verdad, esa la descubres con los kilómetros.

Parece ser algo intrínseco a la naturaleza del motero en busca de aventuras, el querer tener una moto que lo haga todo y bien, que le lleve con pleno confort en una vía rápida, cargada de maletas y accesorios a más no poder, que tome una curva con la soltura de una moto mucho más liviana, que recorra largas distancias con un solo tanque de gasolina y que encima de todo sea capaz de moverse por los caminos menos transitados como si lo hiciera sobre el asfalto más perfecto.


Y esa moto no existe, nunca va a existir, así las marcas digan lo contrario.
La realidad es que el empeño puesto por los distintos fabricantes para conseguir la moto que lo haga todo, y lo haga bien, es impresionante y los resultados lo son más todavía. No conozco una moto en el segmento de las Maxi Trail que no logre impresionarme por su efectividad y en general por la manera en que logra reunir en un solo paquete varias de las marcas de identidad de otros segmentos del motociclismo. Son motos grandes, espectaculares, despampanantes, sofisticadas a más no poder, capaces de ofrecer aceleraciones de infarto, de afrontar un tramo de carretera de montaña casi con la facilidad de una deportiva y todo con un nivel de confort que no tiene nada que envidiar a una moto de turismo.
El quid del asunto llega a la hora de dejar el destapado atrás.
Ponle el nombre que quieras, Adventure 1190, Africa Twin, Súper Teneré, Multistrada Enduro, R1200GS, Tiger Explorer, Caponord Rally, V Strom... cuando ves la pauta publicitaria de cualquiera de estas motos ya sea un vídeo o una foto de acción, ves una moto de casi un cuarto de tonelada saltar, derrapar, escalar y bajar por los caminos más duros y exigentes con la facilidad con que lo hace una moto que pesa la mitad y tiene suspensiones el doble de largas.
Y todo hay que decirlo, los departamentos de mercadeo consiguen lo que se proponen porque no nos queda de otra más que chorrear la baba ante semejante espectáculo, pocas cosas pueden aturdir tanto a un amante de los largos viajes en dos ruedas como la vista de una mega moto derrapando y levantando una ola de arena cargada con sus tres maletas y llevada por un hombre impecablemente enfundado en el último conjunto de chaqueta-pantalón-guantes-botasycasco lanzado por la marca de turno. Eso es de locos.
Ahora, si el mancito ese de la foto es capaz de hacer lo que hace con semejante moto, ¿qué tan difícil puede ser? pero lo mejor es, si a esa moto le dan tan duro para conseguir unas tomas y hacer un vídeo de dos minutos y medio ¡esa berraca tiene que aguantar esta vida y la otra!
Lo que no se ve en las fotos, lo que no dice la letra menuda de los vídeos, y peor aún, lo que muchos pasamos por alto en medio del entusiasmo, es el camión que está detrás de la cámara cargado con repuestos y partes para reemplazar en caso necesario, y con seguridad el caso se da. El photoshop disimula los headers de escape golpeados por las piedras lanzadas por la llanta delantera, tampoco se ven los rayones de una eventual caída y créeme que si alguien va conduciendo al límite como lo hacen esos pilotos para conseguir la toma o la foto de infarto, la caída no está lejos de llegar.
En los vídeos no se ve como las suspensiones se comprimen hasta casi reventarse cuando los 250 kilos de moto (más los kilos del piloto) caen como un fardo luego de un salto de infarto. y por supuesto nunca, jamás, nos van a mostrar cómo termina una moto luego de una sesión de fotos para la campaña de lanzamiento.
Otro detalle que algunos habrán notado porque este sí sale en la letra menuda: "Piloto profesional en un circuito cerrado". Los tipos que conducen esas motos y hacen lo que hacen con ellas no son eventuales aficionados a las aventuras como lo somos quienes las compramos. Son fulanos que si no están montados desde su más tierna infancia en una moto de enduro, llevan décadas practicando día tras día el arte de llevar una moto de esa manera, no se limitan a la rodada de domingo con el destapado para llegar a la finca. Son pilotos que saben lo que hacen, que corren riesgos pero de manera más controlada, que someten la moto a castigo pero  uno mucho más leve al que le somete cualquier aventurero de fin de semana que improvisa lo que hace en la marcha.
Lo último, ninguna foto, vídeo o brochure publicitario te va a hablar de las consecuencias que se derivan al darle un uso de severo Off Road continuo a una de estas motos con sus kilos y sus prestaciones. Porque una que otra expedición extrema seguro la soportan con decoro y solvencia, cuando esto se vuelve norma las cosas pasan, más si te limitas a darle los mantenimientos sugeridos por el manual del propietario.
Las motos aguantan, unas más que otras, pero todas soportan un uso en destapado siempre que este sea moderado, la farsa de las Maxi Trail reside en que las muestran como si fueran motos de enduro sobre cargadas de esteroides capaces de aguantar el uso y el abuso, la mala interpretación está en creernos que tanta belleza es cierta.
Por experiencia, no hay moto grande que aguante el destapado más duro (y aquí entramos en un limbo de interpretación relativa porque la dureza de un destapado está medida por los ojos y la experiencia de quien lo ve) sin sufrir de una u otra manera. En Internet son frecuentes las historias y fotos de motos con los cardanes reventados, con las bases del amortiguador trasero cedidas o la columna de dirección reventadas, otras que doblan el pasador del amortiguador trasero, varias que revientan los retenedores de la suspensión delantera ante la exigencia del terreno, guardabarros delanteros reventados y traseros perforados, partes que se caen solas... Aquí no hay marca que se salve, tal vez circulen más fotos de BMW que de otras pero todas tienen sus puntos débiles.
¿Nos están vendiendo mentiras?

Sí y no. Toda la publicidad tiene su trampa y su único fin es hacernos comprar algo que con seguridad no necesitamos. Pero está en cada uno de nosotros saber interpretar lo que nos muestran y establecer los límites de lo que se puede o no hacer, o de lo que se puede pero no se debe hacer. Está claro que la mayor limitante de una motocicleta está dada por la persona que la conduce, cualquiera de estas MaxiTrail nos puede llevar hasta los límites más recónditos del planeta por los caminos más agrestes, y si tenemos en cuenta las limitaciones propias de la máquina seguramente podremos ir y volver sin mayores tropiezos (igual podríamos hacerlo en cualquier moto de mensajero aunque con más limitaciones), pero si pensamos que podemos saltar a dos metros de altura, o rodar a 130km/h sobre un empedrado esperando que nada pase... Bueno, si eso el que quieres mejor te consigues una moto de enduro y le pones un tanque de seis galones.