Más que una hora, fue todo un día feliz, una jornada en la que SPY, la marca de googles y gafas se llevó a once de sus pilotos patrocinados a unas colinas en el suroeste californiano para que jugaran y se divirtieran haciendo lo que mejor saben hacer con sus máquinas, lejos de las presiones de una competencia.
Entre los nombres hay unos bien conocidos, empezando por el hombre/leyenda Jeremy McGrath, acompañado de Kevin Windham y Justin Barcia, dos habituales del campeonato norte americano de supercross; junto a ellos estaban otros menos conocidos pero con las mismas ganas de sacarle el jugo al día de recreo.
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