En MotoGP los que se roban los titulares son los oficiales, los pilotos y los equipos, pero el circo no podría funcionar sin aquellos equipos que aún sin tener los mismos recursos luchan denodadamente por alcanzar sus propias metas.
Equipos como el de Lucio Cecchinello, piloto en la categoría de los 125cc desde 1993 hasta 2003 y quien, como él mismo lo dice, siente tal pasión por las motos, por el sonido de los motores y el olor de los combustibles, que fundó su propio equipo en 1996 pensando en que una vez retirado, podría seguir jugando un papel importante en el mundial de velocidad.
Junto a Lucio existe un grande y multicultural equipo de trabajo conformado por personas a quienes encanta lo que hacen y cuya labor es fundamental para el equipo; tal vez en las transmisiones y en las noticias escuchemos hablar de Bradl, pero con esto nos queda claro que para que el piloto alemán esté ahí, existe todo un mundo que se mueve tras bambalinas.
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