No es de ligereza eso de andar por ahí enfundándose cualquier cosa en la cabeza para, en el caso de nuestra querida fauna motociclística colombiana, evitarse una multa o el regaño del agente de tránsito de turno. Ejemplo, monsieur Cyril Despres, nada menos que cinco veces ganador del Rallye Dakar, que luego de haber hecho carrera con una marca francesa desde el año pasado viene usando un casco LS2 para protegerse la testa, y he aquí el detalle: esta marca se consigue en nuestras calles y al alcance de más de un parroquiano que debería cambiar la bacenilla de $20.000 por algo que realmente le preste un servicio.
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