Alguna vez en Kyalami tuve la oportunidad de ir en el puesto de atrás de una 999 de competencias manejada por un piloto profesional del campeonato sudafricano de Superbikes y quien además había participado en varias carreras del mundial de superbikes.
¡Casi se me sale el corazón! nunca en mi vida antes (ni después) había ido tan rápido o había inclinado tanto una moto, fue y sigue siendo una de las mejores y más aterradoras y excitantes experiencias de mi vida, y si eso fue con una superbike ¿cómo será ir en una desmosedici conducida por nada menos y nada más que Randy Mamola? Tiene que ser una experiencia demencial.
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