Con las motos italianas suele suceder que o las amas o las desprecias, encontrar un punto intermedio es complicado y, teniendo como punto de referencia las japonesas, de mucha más aceptación en nuestro medio, para muchos resulta incluso ilógico realizar comparaciones.
Podríamos decir que todo viene desde el boom de las japos cuando llegaron a Europa y Estados Unidos en los 70´s y 80´s probando que era posible construir motos más seguras, prácticas, económicas y sobre todo confiables, en tiempos en los que los habituales usuarios de dos ruedas se habían resignado a tener que rodar con más herramienta que ropa en sus viajes, a acostumbrarse a buscar una caja de cartón para recoger el charco de aceite que caía durante la noche y llevar una carpa ante la posibilidad de quedar tirado a la vera del camino en cualquier parte.
Lo que no ha cambiado es la percepción de que las motocicletas italianas han sido, son y seguramente serán unas divas en cuanta al diseño y estilo se refiere, independientemente de lo que opines de ellas como medio mecánico, pocas motos llegadas de oriente producen esa impresión que se graba en la retina a la hora de encontrarnos con una máquina concebida en la península itálica.
De las historias del pasado ahora quedan solo los recuerdos, las marcas europeas han demostrado ser capaces de producir máquinas que están en igualdad de condiciones a las japonesas en cuanto a rendimiento, confiabilidad y la aplicación de las más modernas tecnologías, montados sobre cuerpos que como antes, siguen enamorando los ojos, para la muestra el botón, la F3 800, la última criatura salida de la fábrica de
Nacida como enlace entre la F3 675 y la F4 1000, la 800 clama tener la capacidad de desempeño de una superbike y la agilidad de una supersport. Equipada con un motor de tres cilindros en línea de 798cc, esta moto entrega 148 caballos de fuerza a 13.000 rpm y un torque máximo de 88Nm a 10.600 rpm, en el papel tiene 20 caballos más que la 675 y un peso declarado en seco de 173Kg (el mismo de la 675) lo que le da una relación de peso potencia de 1,17Kg por caballo de fuerza.
El chasis es una combinación entre una estructura principal elaborada en tubos de acero y una sección media de placas de fundición de aluminio además del impresionante basculante de 576.5mm. Horquillas Marzocchi adelante, mono amortiguador Sachs posterior, frenos Brembo Monobloque montados sobre discos de 320 y 220mm (delante y atrás respectivamente), son algunos de los detalles de la cilcística de una moto que sigue a todas luces las líneas de sus predecesoras logrando mantener vigente el estilo de una máquina que ha hecho parte de las colecciones de algunos de los museos más prestigiosos del mundo.
Adicionalmente la F3 800 cuenta con un paquete de tecnología a la altura de lo que cabe esperar de una de las motos más exclusivas del mundo, sistema de acelerador Ride by Wire, control de tracción de ocho niveles, tres mapas de desempeño, uno de ellos completamente ajustable por el propietario según sus preferencias y un sistema MVICS para el control global de la moto y todos sus componentes completan el listado de los gadgets que permiten llevar al límite cada componente de esta criatura en las pistas y en las calles.
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