A alguien se le iluminó el bombillo y puso a rodar la bola para organizar una competencia cargada de nostalgia y de mucha adrenalina.
Troy Bayliss, el tres veces campeón mundial de Superbikes fue el promotor de este proyecto que en realidad es bastante simple: ofrecer un espectáculo para toda la familia, uno que gire en torno a las motos, uno que sirva a la vez como un homenaje a las raíces, a los orígenes de las carreras de muchos pilotos australianos que han conquistado las pistas al rededor del mundo (Bayliss entre ellos) y como promoción para los nuevos talentos del Down Under.
Fue un día entero de carreras y espectáculo, el evento se llevó a cabo en el Taree Motorcycle Club, una pista de Dirt Flat Track que ha visto el surgir de muchos campeones. En la jornada se disputaron carreras tipo supermoto en todas las clases, desde las junior hasta de quads, pero el plato fuerte estuvo conformado por tres carreras: una manga de jóvenes pilotos australiano, otra de leyendas y la gran final en la que compitieron mezclados los cuatro mejores de cada manga anterior.
La idea, como dice Bayliss en la entrevista, era que ganara el más rápido sin importar los pergaminos. Entre las leyendas hay que mencionar los nombres de Randy De Puniet, Chris Vermuelen, Brock Parkes, Josh Brooks entre otros, todos pilotos con gran reconocimiento en los circuitos mundiales.
El evento fue un éxito total y desde ya se habla de una nueva edición, más grande y más rápida de un evento que retoma las bases en torno a las motos y la familia, muy al estilo de la isla de los canguros.
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