lunes, marzo 18, 2013

Drag Games, piques al estilo japo

El amor por la velocidad no conoce fronteras, podríamos haber títulado de esta manera esta entrada que al final es simplemente eso: una prueba más (como si hiciera falta) de que en el mundo, más allá de diferencias de credos, rasgos o lo que se les ocurra, las ganas de ir y ser el más rápido siempre van a estar presentes.

Esta vez vamos a Japón, esa increíble y diminuta isla que produce más que nosotros y que tiene espacio para pistas magníficas y hasta para una recta que da para piques de cuarto de milla. Lo interesante aquí es que sin llegar al extremo norteamericano de las máquinas con miles de caballos que paran los cronómetros en tiempos ridículos, acá hay mucho mundo artesanal, mucho de eso que constituye la esencia de los deportes, eso que va desapareciendo a medida que una disciplina se profesionaliza.

Por eso las motos que se ven son de admirar, las hay súper-pro-devora-cronómetros, y hay otras no tan rápidas y no menos curiosas o interesantes. Puro estilo japo.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

¿Algo para rebatir? Bienvenido, pero sin faltar al respeto de nadie