Este es el resultado de lo que sucede cuando a una casa productora de motos se le ocurre agregar otras dos ruedas y poner a sus ocupantes en el centro.
El Xbow es, verdaderamente, un juguete. Esta es la interpretación que hace la marca austriaca de lo que debe ser el purismo sobre cuatro ruedas, despojado de lujos, adornos y comodidades superfluas, el X-Bow cumple en las calles y en la pista lo que promete a simple vista: prestaciones a lo bestia, emociones en cantidades desbordantes y nada de confort. ¿Lo tomas o lo dejas?
Existen tres versiones de este vehículo: la R y sus dos derivadas la GT y la RR, siendo la GT la de carácter más utilitario al incluir un visor (que permite ser usado sin la necesidad de usar un casco) y la RR la más salvaje y radical que ofrece la opción de poder cambiar casi todos sus componentes permitiendo a sus futuros usuarios escoger la configuración que más les guste, ya sea para las calles o para las pistas en las que, según la gente de Mattinghofen, el X-Bow-RR está a la par con rivales que lucen en sus escudos caballos rampantes, aros entrecruzados, tridentes, toros en embestida, etc, etc.
Concentrados en la versión R, el motor de cuatro cilindros, 1984cc, turbo cargado y con intercooler, entrega una potencia declarada de 300hp a 6.300rpm y un par motor de 400Nm a 3.300rpm. El angelito este pesa 790kg (sin combustible) y en la ficha declara que es capaz de pasar de 0 a 100km/h en 3.9 segundos alcanzando una velocidad máxima de 231km/h.
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