Por estos días de Intermot, de relucientes lanzamientos y novedades a diestra y siniestra, existe una moto que difícilmente pasa desapercibida en las páginas de las revistas o en los "Home" de los portales especializados.
Y es que con esa deslumbrante cifra de 300hp nadie, amante o no de las prestaciones puras y la velocidad, puede permanecer indiferente a la H2R, una moto que bien podría considerarse más un puro ejercicio del capricho de una empresa en aras de ostentar su capacidad de desarrollo, que una máquina extrema concebida para ganar en las pistas o para ser usada por muy, muy pocos parroquianos y en circunstancias muy, muy particulares.
La H2R no sirve para rodar en la calle (de hecho no se puede matricular en ninguna parte) y difícilmente habrá quien le pueda sacar las tripas en un circuito que no sea un óvalo de velocidad o con una recta tal vez como la de Mugello, eso si es que alguien tiene las habilidades para exprimir a semejante misil tierra/tierra. La ecuación es sencilla: Si Rossi, Marquéz y compañía, que son lo mejor de lo mejor a la hora de llevar a fondo una moto, necesitan de un despliegue inverosímil de ayudas electrónicas para poder sacar provecho de los 250 caballos de fuerza que tienen aproximadamente sus monturas, ¿qué cabe esperar del parroquiano, eventual usuario de la H2R que seguramente hará uso de ello más por el tamaño de su billetera que por razón de su talento?
Si Kawasaki Heavy Industries quería demostrar su poderío creando una moto que nació del trabajo fusionado entre diversos departamentos de desarrollo de las empresas que lo componen, logró su cometido, si quería probar lo que se puede hacer hoy en día de términos de tecnología y aerodinámica, también acertó, porque más allá de estos conceptos, la H2R difícilmente servirá para algo que no sea batir records de velocidad en las planicies de Boneville.
Misil? si no tuviera esos canards inversos esa vaina decola stol!
ResponderBorrarDe la Kawasaki H2R, yo opino que es un experimento bastante ilógico (que nos gusta mucho) para estos tiempos en los que sabemos que los motores a gasolina ya están sentenciados a muerte, nada más hay que ver el interesante trabajo que hacen marcas como Lightning Motocycles, Brammo, Enérgica o Amarok Racing que apuntan pero al futuro, pero la realidad es esta, mucho dinero quizás el doble o triple del que cuesta una ZX-10R y mucha capacidad física y mental para poder conducirla y sentir el embate de sus inimaginables 300 caballos ¿como se sentirá? Esta moto está dirigida a un mercado muy exclusivo, futuros propietarios y al mismo tiempo pilotos de Motogp y Formula 1.
ResponderBorrarPor otro lado Marc Márquez, Rossi, y hasta el mismo Yonny Hernández son pilotos “con mayúscula” de modo que pueden perfectamente manejar sin ayudas electrónicas, no las necesitan, obviamente sin estas el riesgo del deporte aumentaría, nada mas hay que ver las impresionantes frenadas que saben hacer a 300 km/h y ¡SIN ABS! Sobrevivir a 23 vueltas en carrera sin ABS y a ese ritmo… eso solo lo hacen unos pocos en el globo terráqueo.
Ancizar Hernández Hernández
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