jueves, enero 10, 2019

¿Motos autónomas? No gracias, paso

Hace unos días un conocido me compartía la siguiente anécdota: bajaban él y un amigo suyo por una carretera estrecha y revirada, él en una "vieja" BMW (del 2001 si mal no recuerdo), modificada y sin ningún tipo de ayuda electrónica, cero ABS, cero control de tracción, su amigo bajaba a los mandos de otra BMW, esta una R 1200 GS 2018 aperada con toda la última tecnología electrónica disponible.

En un punto del recorrido el amigo le pidió que cambiaran de moto, así lo hicieron, pero el cambio, según mi interlocutor, no duró más de cinco minutos cuando su amigo hizo las señas para detenerse nuevamente, a lo que siguieron las siguientes palabras: "Hombre, tenés que hacer revisar esa moto ¡no está bien!, se mueve para todos lados, al entrar a las curvas se siente supremamente rara, cuando acelero se sacude toda, esa moto no es segura y definitivamente no está bien".




¿Vos qué hiciste entonces? ¿La hiciste revisar? - pregunté curioso - y como respuesta recibí una sonrisa socarrona y otra pregunta, "ahí está la moto, ¿le quiere dar una vuelta?" La respuesta a ese tipo de preguntas siempre es la misma, y en menos de lo que canta un gallo iba yo rodando y sintiendo la moto que necesitaba ser revisada. ¡Bohh! Qué forma de entrar a las curvas, qué respuesta más bacana del acelerador cada que se abre con decisión, sí es cierto que tenía una cierta tendencia a sacudirse y pedir de parte tuya decisión en la maniobra al momento de iniciar la tumbada, pero así es como debe ser, al menos así es como me gusta y así en las motos que recuerdo, que fueron las que más me han hecho sentir vivo, varias Ducati entran en esa lista, KTM´s de las anteriores también hay unas cuántas, por no mencionar unas japonesas que sin ser tan radicales también le ponen a hervir a uno la sangre y una Speed Triple que casi me saca el corazón.

En mi opinión no había nada mal con esta vieja BM, ¿de dónde salió entonces la sugerencia de hacerla revisar? Ya volveremos a esto.


Control humano/electrónico
A un piloto, de los buenos de este país, de los que uno admira y de los que hay mucho por aprender, hace tiempo le escuché decir alguna vez que la esencia del motociclismo es "el arte de control sobre la máquina". Conducir una motocicleta es un ejercicio de control que determina el balance, el agarre del caucho de las llantas contra la superficie, principalmente durante una inclinación, y por las características de funcionamiento de una motocicleta, son muchas las variables físicas que entran en juego durante estas acciones. La moto tiene una forma de comportarse, es tarea de quien la conduce entender esas variables, aprender a interpretarlas y reaccionar acorde para mantener el balance y la tracción en toda circunstancia, con piso seco, húmedo, de tierra, etc. Los pilotos de competición, definen esto de una manera sencilla y categórica: "hay que tener sensibilidad en el culo, si ud. no siente lo que la moto hace está jodido". 

Y cuando se hace referencia a sentir lo que la moto hace, estamos hablando de aprender a interpretar lo que hacen las suspensiones, que son las principales encargadas de mantener el contacto de las llantas sobre el piso bien sea en aceleración, frenada e inclinación, aprender a "leer" qué tanto agarre tiene la rueda trasera al momento de acelerar con la moto inclinada, lo mismo (y con particular importancia) sentir qué sucede con la rueda delantera al momento de aplicar los frenos, etc. A mayor capacidad de entender y saber interpretar estas señales, mayor control sobre la moto. 

Sin embargo, hace tiempo, mucho tiempo, los fabricantes de motos entendieron, mucho antes que sus clientes, que el componente más falible en sus motocicletas era el pedazo de materia gris almacenado entre las orejas de quienes hacen uso de ellas. Los seres humanos somos altamente deficientes, en muchos sentidos, pero limitándonos a las motos, solemos caer en el error de creernos tanto infalibles como omniscientes: "Hola mira, yo nunca he tenido moto pero voy a comprarme una 850..." o "... para qué un curso, eso se aprende en la marcha...", "eso simplemente no frene en la curva y listo..." y bla,bla,bla.

Entonces los fabricantes de motos pensando en esto y viendo las altísimas cifras de accidentalidad en sus vehículos, un día decidieron intervenir equipando a sus máquinas con ayudas que permitan no depender tanto del factor humano y reducir hasta donde fuera posible la tasa de accidentalidad. Empezaron con el ABS, el control de tracción, y cada vez fueron añadiendo más cosas hasta lo que tenemos hoy; motos capaces de corregir una trayectoria en plena curva, a full inclinación más allá de la estupidez que esté llevando a cabo el humano montado encima. 



¡Entro a la curva con el acelerador a fondo, raspando tacos, me asusto y clavo los frenos sin miseria! Relax pelao que nada pasa. La moto hace todo por vos.

Es seguridad, sí cierto, indiscutible. Es más sencillo incluir sistemas electrónicos que hagan las cosas en lugar del humano, a que este se capacite y aprenda a realizar correctamente su tarea, e incluso por muy capacitado que este sea (todo hay que decirlo) el factor de riesgo sigue siendo mucho más alto que de contar con asistencias electrónicas, qué le vamos a hacer, estamos muy mal hechos.

A más ayudas electrónicas, menos capacidad de entender lo que la moto está haciendo y por lo tanto más pasa uno de ser el piloto de la moto a ser el pasajero montado sobre ella. Hoy día ni siquiera hace falta saber arrancar en una loma cuesta arriba porque ya muchas motos incorporan un asistente de arrancada en loma (hágame el /%#$%/=?¨*]* favor).

Entonces volviendo a la historia del principio, el señor de la BMW R 1200 GS 2018 se bajó de su nave hyper sofisticada y se subió a una "palangana" (sin importar que también fuera BMW) y cuando entró a la primera curva y sintió que la moto no iba como en rieles (como la suya), cuando aceleró y sintió que la moto le daba un patadón en el pecho queriendo tirarlo hacia atrás, y que al frenar la moto lo iba a lanzar por delante de la rueda, el tipo seguramente se puso blanco como rana de platanal y le debieron temblar hasta las entrañas al no poder entender lo que estaba sucediendo. Y no es culpa suya, del todo, porque él ya está acostumbrado a dejar que la moto sea la que haga las correcciones sin que él se percate.


¿Vale la pena?

Cada nueva generación de motos incorpora más asistencias, y cada año las marcas presentan prototipos de motos "infalibles" al punto que uno de los argumentos de BMW cuando presentó la Vision NEXT 100 era que "para hacer uso de esta moto no hará falta el casco porque esta moto nunca se va a caer".¡Valiente chiste! Y sin embargo chiste no es. 

Honda presentó en 2017 el sistema Honda Riding Assist, que hace que una moto se pueda desplazar lentamente (saliendo de un parqueadero por ejemplo) sin necesidad de ser conducida, tenga o no al marrano montado encima. KTM demostró su sistema de frenada automática,  Ducati presentó una moto con dos radares para evitar colisiones, y acaba de presentar junto a Audi y Ford un sistema de comunicación entre vehículos, y la lista sigue...

Ahora la cereza del pastel la pone una vez más BMW Motorrad, con la introducción de la primera moto completamente autónoma, capaz de arrancar, girar, frenar, volver a arrancar, volver a girar y detenerse por completo sin que intervenga ninguna persona en el proceso. Ella solita lo hace todo, y mejor que muchos motociclistas de carne y hueso valga añadir. Y no solo eso, porque este prototipo incorpora la tecnología V2V (Vehicle to Vehicle), que básicamente lo que hace es conectar mediante una red virtual los vehículos que ruedan en la vía pública calculando distancias, velocidad, obstáculos en el camino, etc. 

Desde BMW afirman que su objetivo no es ofrecer este tipo de motos autónomas (al menos en el futuro más próximo) pero que su intención con el desarrollo de este prototipo es el de prepararse para lo que viene mediante el perfeccionamiento de los sistemas de seguridad activa en caso de una situación potencialmente peligrosa, siendo la moto la que tome el control, reduciendo al mínimo el tiempo de reacción (y por ende reduciendo la necesidad de que quien conduce esté capacitado y sepa entender lo que está sucediendo)...

Muy bonito todo, en aras de la seguridad bienvenido sea, pero y ¿dónde quedan las sensaciones de manejo ¡Si en una moto actual con su repertorio de ayudas se siente que muchas veces la moto "toma decisiones" por sí sola, y eso afecta la sensación de manejo, cómo va a ser con una moto de estas?



La tecnología está al alcance de todos pero no todos alcanzan la tecnología

O no la queremos alcanzar. A partir de ahora me declaro no amigo de estas nuevas generaciones de motos súper seguras, no me gustan, no me llenan. Seré anacrónico, pero prefiero una moto que me haga sentir vivo y me ponga el corazón a mil sabiendo que al menor descuido me puede volver ropa de trabajo, que ir con toda seguridad dejando que la máquina sea la que haga las cosas por mí. Y con esto que digo no hago alusión de ninguna forma a conducir de manera temeraria, en lo más mínimo, una cosa es rodar sobre una moto sin ayudas y otra muy distinta ir a lo idiota con o sin asistencias electrónicas.

Si querer denigrar de los avances de la tecnología (muchos de los que disfruto y saco provecho diariamente), si pienso que entre más ayudas más perezosos nos volvemos, y eso aplica a estas motos con exceso de asistencias, serán muy cómodas en ciertas situaciones, muy bueno una moto taxi que se conduzca sola y lo lleve a uno con toda seguridad del punto A al B, ¿pero una moto que haga las cosas por mí cuando voy en carretera? No gracias.

Los hay quienes gustan de sus múltiples ayudas, que disfrutan de unas cajas automáticas que hacen los cambios de marcha de acuerdo a la programación de la fábrica sin tener en cuenta si vas a entrar o salir de una curva, gente que se ufana de la cantidad de modos de manejo que incorpora su moto y miran con incredulidad si uno dice que la de uno no tiene ninguno, o mejor que tiene uno solo, el que verdaderamente debería contar, el que se le da con el puño derecho. 

En mi opinión, y no es más que eso, las motos nuevas con tanta carajada son motos para personas que realmente no buscan conducirlas, repito, seré anacrónico, no estoy en contra de la seguridad ni de la tecnología, pero sí de que ésta vaya tomando decisiones por mí cuando estoy a punto de entrar a una curva o de derrapar sobre un piso de tierra, más allá de cuántos caballos de fuerza tenga la moto, porque a quienes defienden todas estas intervenciones en las máquinas mega potentes de hoy día, con sus 150 o más caballos de fuerza, argumentado que sin este tipo de asistencias sería imposible controlarlas, mi respuesta es sencilla: busca una moto más pequeña, 80 caballos de fuerza son más que suficientes para cualquiera de nosotros no-piloto-profesional, ¿para qué te montas en algo más grande si realmente no sos capaz de controlarlo?

Como dice David Emmett, editor de Motomatters: "Las motocicletas autónomas son ideales para cualquiera que busque un hobby pero es demasiado perezoso para participar en el".



1 comentario:

  1. La tecnología muy bonita pero hasta cierto punto, lo digo porque entre más tecnología menos puedes meterle la mano a la moto en caso de avería en algún tipo de viaje, ejemplo BMW con esa cantidad de computadoras a bordo.
    Hay personas que no saben cambiarle aceite a su moto (que sería lo más fácil de todo), hay un ejemplo muy particular la nueva Africa Twin muchos dicen muy costosa para ser tan básica pero alguno como yo dicen mejor básica se puede desvarar en cualquier lado.

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