jueves, octubre 05, 2017

BMW G 310 R - ¿Aria pura o pura mestiza?

Usemos la cabeza, sin dejarnos llevar por estereotipos… Que la protagonista de hoy viene, sin ella proponérselo o saberlo, con polémica servida, que es una TVS con escudo, que es solo un disfraz, que bla, bla, bla, pongámosle a esto un poco de Zen, que la BMW G 310 R lo merece, y después de leer cada uno saque sus propias conclusiones.

Pequeña, hecha en India ¿y aún así teutona?



Estereotipo para romper: BMW solo hace motos grandes. Cierto, los alemanes en el transcurrir de las últimas décadas se decantaron por el mundillo del alto cilindraje con la R 1200 GS como buque insignia, pero hacía años que ya habían jugado con motores de 300 y tantos centímetros cúbicos y ahora, siguiendo las tendencias del mercado y aprovechando el buen momento por el que atraviesa la marca le apostaron a volver con las de media/baja cilindrada, valiéndose de las ventajas que aportan los conocidos “joint venture” en este caso con la marca india TVS (más al respecto más adelante).

Enfocándonos entonces en la pequeña alemana, empecemos diciendo que la moto está bien hecha, a nivel estético me refiero, y esto es irrefutable, la pequeña G 310 R rebosa de buenos acabados que transpiran halo de familia por todos lados, de bellos detalles coquetos, como el escudo de la marca incrustado en la tija superior de dirección, como el tablero de instrumentos digital, los espejos dignos de una 1200, el maquinado de muchas piezas, el acierto del diseño desde la cola hasta la cabeza y un montón de detalles más que prueban el cuidado y esmero que el equipo de diseño de la marca puso para que la menor de todas conservara el estilo de sus afamadas parientes de alto cilindraje. De hecho la similitud entre la 310 y la F 800 GS no es acaso coincidencial y sí en cambio (a diferencia de lo que rezan en los créditos de los melodramas), “todo parecido con la realidad es intencionado”, lástima eso sí, el paquete de escape que le pusieron, cumplirá con todas las normas anti contaminación, pero… qué se le va a hacer.


 En cuanto a equipamiento no está nada mal tampoco: ABS de serie (lo mínimo en seguridad para una moto alemana), tablero digital con información muy completa, incluidos promedios de consumo, indicador de cambios y demás, solo le pesa el tono gris obituario que le dieron a la iluminación diurna, llantas Michelin, horquilla de barras invertidas de 41mm, excelentes luces para una moto en teoría urbana, que permiten rodar con seguridad en carreteras sin iluminación… el listado de equipamiento es bastante completo, pero lo que realmente cuenta para muchos es cómo se siente ¿si es una BMW pequeña o una TVS maquillada?


Más allá de la superficie

La plataforma mecánica de la G 310 R es un motor monocilíndrico de 313cc refrigerado por líquido cuya mayor peculiaridad reside en la disposición invertida del cilindro, es decir que este va girado 180° con la admisión hacia adelante y el escape hacia atrás. Por lo demás estamos ante un propulsor convencional, refrigerado por líquido, cuatro válvulas en culata DOHC, que entrega una potencia cercana a los 34 caballos de fuerza a 9.500rpm, acoplado a una caja de seis velocidades (con la primera que parece conectada a un cardán por la brusquedad con la que engrana), y alimentado por inyección electrónica, siendo esta la única “ayuda” que recibe desde la ECU, no hay controles de tracción, sensores de posición de acelerador ni demás carajadas raras que sí son de presencia habitual en las grandes de la marca.

Debo admitir que dos cosas me llamaron particularmente la atención en el desempeño de este motor: uno, que se comporta como señora decidida (si es que cabe la expresión), dos, que por encima de las 8.000 rpm vibra como no lo esperarías de una moto alemana, y encima con un rumor mecánico que no es precisamente encantador. ¿Cómo es el desempeño de una señora decidida? Las mujeres cuando saben lo que quieren, hacen lo que tienen que hacer para alcanzarlo sin los aspavientos ni las ínfulas propias de los varones, van al grano, manteniendo siempre un cierto estilo en sus maneras, la G 310 R acelera con decisión, es rápida, va a lo suyo pero sin excesos, con ella no hay aceleraciones de vértigo, no hay ojos desorbitados, emoción lo que se dice emoción, no hay mucha, certeza sí hay y bastante de que a donde se apunte con el acelerador se llega sin dilación. La velocidad punta es otra indicación de esto, durante los kilómetros que pudimos rodar con esta moto alcanzamos apenas a superar los 150km/h, es más que suficiente y sin embargo en un medio tan cargado de testosterona como el nuestro, con denodada tendencia a los excesos, ya van a saltar los detractores al respecto.


La posición de conducción es teutona al 100%, cómoda, agradable, bien lograda, penalizada por las vibraciones que ya mencionamos y que se sienten en el depósito, los manilares y el apoyo lumbar, el monocilíndrico no dejará de ser vibrador jamás. 


El desempeño de la 310 es agradable, tanto en ciudad, entorno para el que en teoría fue desarrollada, como en la carretera, con una agradable respuesta del motor a lo largo de toda la banda de potencia, lo que permite rodar relajadamente al ir despacio contando con suficiente respuesta al apretar el acelerador. En carretera además sale a relucir la capacidad de paso por curvas que tiene esta pequeña BMW; el chasis de estructura tubular hace uso del propulsor como parte estructural de la moto, consiguiendo un buen balance entre rigidez y confort que de la mano de las suspensiones, delantera de barras invertidas, trasera de amortiguador regulable en siete posiciones de precarga, más el desempeño de las llantas Michelin, dan la seguridad necesaria para entrar duro a las curvas más cerradas teniendo la tranquilidad de que hacia donde apuntes, por ahí vas a salir. Los frenos complementan de manera óptima el desempeño de suspensiones, chasis y motor, no solo por la inclusión del sistema ABS, sino porque la capacidad de frenada que ofrece el disco delantero de 300mm accionado por una pinza radial de cuatro pistones (como en las grandes y rápidas) es impecable y siempre respaldado por el trabajo del disco de freno posterior de 240mm.

¿Vale lo que cuesta?


Con la G 310 R sucede, como sucederá con sus demás hermanas en el futuro, que despierta tanto resentimiento como admiración. En el mundo de las dos ruedas BMW es, si no la más, sí una de las marcas más aspiracionales, aquella a la que muchos quieren acceder, ya sea por efectos de mercadeo o lo que sea, al punto de que quienes no saben de motos, relacionan las alemanas como las máquinas de dos ruedas por antonomasia cuando se les inquiere al respecto. No vamos a adentrarnos en si están en lo correcto o no, simplemente nos limitamos a mencionar lo evidente.

Este halo de marca aspiracional funciona para bien y para mal, quienes las aman las seguirán amando hasta el final de sus días sin importar cuántos “recalls” tengan anualmente, quienes no gustan de ellas siempre las van a menospreciar aduciendo entre otras cosas que se paga más por un escudo que por una buena moto, y en el caso que nos toca mucho más, al ser el fabricante indio TVS el encargado de su producción.

Hoy día, con tanta “globoludización” como dice un amigo argentino, es de boludos precisamente pretender que X o Y producto sea fabricado en el país de la marca, así era hace años, no hay que quedarse en el pasado. De otra parte con el nivel de estandarización de procesos que han desarrollado las marcas, ahora pueden producir el modelo de moto que les dé la gana en la planta que más les convenga por lo que sea, mano de obra barata, facilidad de procesos, de distribución, etc, sin que por ello se vean perjudicados los estándares de calidad de la casa, en este caso los de BMW. ¿Veinte millones de pesos es mucho por esta moto de escudo alemán pero factoría india? La G 310 R ofrece un buen paquete de prestaciones, seguridad y equipamiento, está en un rango de precio competitivo para su segmento, el precio en sí, está afectado, como en todas las motos disponibles en este país, por el lastre de una carga tributaria impuesta por este gobierno garoso más, en este caso, lo que le ponen por el apellido que tiene.


Los amantes de las alemanas me perdonarán, pero la rival más directa de esta moto es la Dominar que está a punto de entrar al mercado por varios melones menos y las comparaciones aunque odiosas, son inevitables ¿Justificará los pesos de más? BMW ha cumplido con su cometido de producir una moto que sirva de puerto de llegada a la marca para las nuevas generaciones, mujeres y hombres, y lo ha hecho con un buen producto, una moto que guarda el ADN de la casa más que nada en su sobriedad de emociones y un precio en el que pesa y no poco, el escudito coqueto en la tija de dirección,  pero si a uno o a otro le suena más la opción de otra marca y modelo, pues bien pueda, ¿si no para qué carajos estamos en un sistema capitalista que le da la opción de escoger lo que más le guste?


















2 comentarios:

  1. Sugiero usar color gris para los textos y así facilitar la lectura.

    El blanco sobre negro no es la mejor combinación para la lectura de textos largos

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  2. Daniel V. Te bajaste en la estacion que no eraaaaaaaaa......

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