Se abren las puertas del
garaje y la oscuridad del cubículo se desvanece bajo la inundación de luz
proveniente de la calle. El sol resplandece y por delante nos espera un camino largo,
se sabe de dónde se parte, pero no hacia dónde se va.
Iniciamos un viaje en moto, una
nueva odisea sin guión, las motos, como la vida, nos deparan en cada recorrido
un cheque en blanco para hacer con él lo que se nos antoje, no hay diferencia
si lo que más nos mueve es la suave marcha de un domingo por los alrededores de
la ciudad, el éxtasis de la inmediata velocidad en un circuito, la adictiva
emoción de ir al límite de la adherencia sobre caminos de tierra o la
incomparable emoción de vivir en la carretera rodando por el planeta.
Las motos, como la vida, nos
dejan todo tipo de sabores y enseñanzas, con ellas nunca terminaremos de
aprender ni de sorprendernos, nunca podremos dar nada por sentado con excepción
de que gozaremos como enanos y viviremos como pocos. Es por esto y por muchas
otras razones (que no voy a escribir hoy para no aburrirlos a ustedes y no
quedarme sin material para más adelantes), que a partir de hoy iniciamos este,
digamos, nuevo tramo de carretera.
¡Bienvenidos a bordo todos los
que quieran! cada uno con su moto eso sí, cada uno a su ritmo pero con todas
las ganas de sacarle el juego a este cuento que tanto nos mueve el alma y las
tripas.
Ahora, con respecto a sobre
qué es lo que vamos a encontrar en este blog… ni idea la verdad, en el camino
iremos viendo, habrá de todo creería yo; será algo así como un popurrí de dos
ruedas. Sean bienvenidos igualmente sus aportes.
PD: Empecemos con el pie
derecho, enseguida les pongo una nota que seguro les llamará la atención.